El gobernador de Jujuy, continúa con total violencia, sometiendo al pueblo jujeño con un sistema de gobierno autoritario y dictador.
El pueblo Coya de Caspalá, destruido por gobierno Radical, fue totalmente tomado en contra de su voluntad , por las fuerzas policiales, que responden al regente presidente de la Unión Cívica Radical y precandidato presidencial argentino.
Caspalá, el pueblo más lindo de Argentina, galardonado por la Organización Mundial de Turismo, fue totalmente destruido en su imagen cultural y ancestral.
No existe ninguna explicación que pueda respaldar la inocencia del gobierno provincial al frente del delito de: Robo, Usurpación, Violaciones en general, contra la comunidad COYA de Caspalá Jujuy.
El Pueblo, perdió su imagen cultural, Caspalá dejó de ser un pueblo ancestral, con identidad visible en las callecitas cargadas de historia y colores que iluminaron los ojos de la Organización Mundial de Turismo, al punto de condecorarlo como el lugar más hermoso de Argentina.
ÚLTIMO MOMENTO: GERARDO MORALES NOTIFICADO POR LA JUSTICIA FEDERAL
Hoy, el pueblo está rodeado de policías que custodian una obra moderna de arquitectura ítalo española que se levanta en el corazón del lugar.
El pueblo COYA, humillado y de rodillas, por el dolor de la realidad, muestra con absoluta tristeza las pruebas de la peor afrenta que pudo recibir, en épocas de supuesta civilización.
Caspalá todo es un reservorio de cultura y bajo sus tierras existe una riqueza patrimonial única, que Argentina y Jujuy, en el nombre de la modernización, destruyen diariamente.
Los niños del pueblo COYA, vieron cómo los obreros del gobierno provincial, profanaron el cementerio Indígena, de sus ancestros y tiraron al río, los restos Humanos de pobladores que descansaban desde tiempos anteriores a la colonización.
“ El daño psicológico hecho mediante las deliberadas acciones de Terrorismo de Estado es irreparable”
Algunos pobladores, lograron documentar con fotos y filmaciones, la profanación, siendo testigos del saqueo de joyas y piedras preciosas que fueron entregadas al mismo Gobierno.
Las autoridades fueron alertadas de las maniobras, mediante denuncias claras que corroboraban los hechos y terminaron en expedientes que desaparecieron de los juzgados dominados por personal que responde al partido Radical.
Jujuy es la extrema demostración de cómo proceden los gobiernos autoritarios, pero es la aberrante realidad de Argentina que calla en complicidad de los abusos sobre un pueblo.
Los jujeños pobladores, adeptos al gobierno provincial, no son menos cómplices de los avasallamientos públicos que viven los que piensan distinto al radicalismo, son parte del principal dolor causado al origen, en un territorio que sufre a cotidiano, la constante colonización.
Desde el Consejo Nacional de Política Indígena CNPI nos llegó el mensaje que la situación será expuesta en los ámbitos nacionales e internacionales.