Ante la Reforma Parcial de la Constitución por la que el electorado salteño votará convencionales, los espacios políticos mostraron sus propuestas.
La tercera edición de charlas sobre la reforma parcial de la Constitución provincial, organizadas por la UCASAL mediante la Facultad de Ciencias Jurídicas, expositores de varios sectores partidarios y del ámbito académico dieron su perspectiva sobre la inminente modificación de la Carta Magna.
Debe reconocerse que el actual contexto de vínculo íntimo entre los Jueces de la Corte y el poder político, afecta la independencia judicial y debe ser desarticulado.
En soledad de género, Sonia Margarita Escudero fue la única mujer en el primer panel que abrió la jornada presencial y virtual en el anfiteatro universitario.
La ex legisladora nacional, partió de “un diagnóstico de la situación socio-institucional de la Provincia nos muestra altos índices de pobreza, desigualdad, violencia de género, corrupción e impunidad. La acotada habilitación que plantea la ley 8239 que declara la necesidad de la reforma constitucional permitirá, si se trabaja constructivamente, incorporar algunos avances en el ámbito del Poder Judicial y de la Auditoría General de la Provincia, para reducir la corrupción y la impunidad. Por razones de tiempo, me referiré exclusivamente al Poder Judicial” dijo a modo de introducción.
Seguidamente la abogada, explicó: “Existe consenso en la observación de un déficit de independencia judicial. El concepto de independencia judicial es doble: la hay externa, pero también interna. La dependencia es “externa” cuando se advierte una subordinación o influencia de los poderes políticos, económicos, mediáticos, entre otros. La dependencia es “interna” cuando el poder disciplinario en materia de responsabilidad política y de presión interna, es ejercido por el órgano de mayor instancia[1], en nuestro caso, por la Corte de Justicia”
Escudero fue reconocida por su trayectoria política en varios de los cargos que ocupó en el gobierno provincial, como en el Congreso de la Nación, por los demás expositores quienes luego que ella hablara, hacían permanentes referencias a lo que expuso.
En su alocución la letrada dijo: “La Corte de Salta es un tribunal jurídico-político, no neutro, dentro del gobierno del Estado, que no sólo administra justicia sino que también decide sobre el equilibrio de poder, sobre la constitucionalidad de las leyes, tiene todo el poder electoral, controla los órganos esenciales vinculados a la justicia como el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento, tiene iniciativa legislativa, tiene la administración del Poder Judicial. Todas estas funciones, en la mayoría de las constituciones en el mundo, incluida la Argentina, han sido conferidas a por lo menos tres órganos diferentes e independientes: Superior Tribunal, Consejo del Poder Judicial y Tribunal Electoral.
Esta concentración de potestades en la Corte tiene como consecuencia directa que los jueces inferiores en Salta tengan escasa independencia interna, en la medida en que la Corte tiene influencia decisiva en el ingreso y ascenso tanto al Poder Judicial como al Ministerio Público, la Corte tiene el poder disciplinario, la Corte preside el Jurado de Enjuiciamiento, la Corte decide con qué recursos materiales y humanos será dotado cada juzgado. De esa forma, a un juez inferior le es muy difícil resistir una instrucción o sugerencia del órgano de mayor instancia” sostuvo.
Agregó también: “Por otra parte, ciudadanía advierte que los afortunados que llegan a jueces resultan ser abogados vinculados a quienes ocupan cargos estratégicos, ya sea en la propia justicia o en el Ejecutivo provincial. Se observa una clara subordinación de los jueces así designados, a una política dispuesta a recompensar a quienes sean funcionales a sus intereses, aunque esto implique dar la espalda a la ley, a la búsqueda de verdad y justicia. Se trata también de un poder endogámico, donde el amiguismo y el parentesco conspiran contra la imparcialidad en la toma de decisiones. Todo ello ha envuelto a la justicia en una atmósfera de desprestigio”
En ese sentido, destacó: «este super-poder que es la Corte de Justicia, se encuentra totalmente subordinada al poder político de turno. Ello porque los sucesivos gobernadores han designado en ese tribunal personas de su círculo íntimo, muchas veces sin antecedentes, sin trayectoria profesional ni competencias técnicas acreditadas, lo que lleva a presumir que en algunos casos se trataría de designaciones orientadas a garantizar impunidad.
Por otra parte, al tener los jueces de la Corte la posibilidad de ser reelectos indefinidamente, sin otro requisito que contar con el aval del gobernador de turno, se advierte que los designados saben muy bien que la renovación en el cargo depende de que sus fallos no irriten al gobierno de turno. Esto se traduce en decisiones siempre a favor de los poderosos» expresó la expositora.
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