La dolarización, como se propone en campaña electoral, implica dos momentos:
1. Ajuste inicial: Se reemplazan los pesos por dólares (actualmente la economía argentina tiene serias dificultades en la acumulación de reservas por parte del Banco Central) y se reduce la participación de los salarios en la economía.
¿Cómo quedarían los salarios tras esa mega devaluación?
Tomando un salario bruto promedio del sector privado -$276.375- con neto (menos el 17%) de $187.900, se presentan estos escenarios:
👉🏼 Dólar de $224: salario de USD 840 (actual)
👉🏼 Dólar de $705: salario de USD 266 (-68%)
👉🏼 Dólar de $2.430: salario de USD 77 (-90%)
👉🏼 Dólar de $2.860: salario de USD 66 (-92%)
👉🏼 Dólar de $9.880: salario de USD 19 (-98%)
La pérdida de poder adquisitivo en dólares se ubicaría entre el 68% y el 98%.
2. Las limitaciones posteriores para la política económica.
➡️ Política cambiaria: no poder devaluar dejaría, por ejemplo, a la industria en una posición sumamente debilitada frente a su competencia internacional.
➡️ Política fiscal: la supresión del déficit es un punto de partida que agregaría una fuerte dosis de ajuste a la licuación salarial mencionada.
➡️ Política monetaria: implicaría, por ejemplo, perder capacidad de intervención en momentos de crisis, como fue en la pandemia.
https://centrocepa.com.ar/informes/397-la-dolarizacion-de-la-economia-un-shock-de-licuacion-salarial
Experiencia de Ecuador
Mientras la balanza comercial de ese país pudo registrar saldos favorables producto de su exportación primaria con precios internacionales en alza, se registró mayor estabilidad que la experimentada antes de la dolarización -80 y 90-, pero la acumulación de desequilibrios para sostenerla (que lo llevaron al FMI) y el abandono de un camino de diversificación productiva, sin un correlato en mejora de vida de la población son un balance muy difícil de reivindicar.
¿Por qué se ha instalado, entonces, que conviene dolarizar?
Aparece como recurso facilista para reunir consensos en torno al ajuste salarial que, hasta ahora en Argentina, no pudieron lograr de manera definitiva en cada avance neoliberal.
La dolarización no resuelve la raíz estructural de los desequilibrios macroeconómicos en Argentina, sino que elimina la moneda propia, ajusta drásticamente el déficit fiscal (con lógico impacto en partidas sociales) y licúa salarios, abandonando la opción productiva. Es un cambio para virar hacia una economía para unos pocos.