LA DERECHA SE FRENA ANTE LA JUSTICIA SOCIAL QUE PROPONE LA IGLESIA CATÓLICA Los Curas Villeros impartieron una misa comunitaria en la que defendieron al Papa Francisco ante los ataques y críticas libertarias

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«La Justicia Social parte del Evangelio, parte de la Doctrina Social de la Iglesia. Y la envidia, el rencor son lo contrario del Evangelio. La base de nuestra fe tiene que ver con el amor» dijo el sacerdote católico, Pepe Di Paola, en la Misa de desagravio al Sumo Pontífice, Francisco I, atacado por el candidato fascista, Javier Milei.

«Estamos celebrando esta misa en apoyo al Papa Francisco. Sabemos que él tiene una prédica, a favor de un mundo, por la fraternidad y la amistad social, un mundo donde no haya ningún descartado, en el que no hay ningún olvidado, que nadie quede al margen del camino de la vida y por eso muchas veces el Papa, recibe agravios e insultos.
Estamos acá para decir que queremos al Papa y que necesitamos su palabra, necesitamos que él nos siga encendiendo el corazón en la esperanza de que otro mundo es posible.
Con ese sentido celebramos la Misa» dijo el sacerdote que encabezó la celebración religiosa, Toto de Vedia, a cargo de la parroquia de Barracas.

La celebración contó con la participación del cardenal argentino, Jorge García Cuerva, acompañado por un número importante de sacerdotes que se congregaron en esta ocasión.

Comunicado

Solidarios con el Papa Francisco y con los pobres

La Misa en desagravio al Papa Francisco fue celebrada este martes en la parroquia Caacupe Barracas con presencia de barriadas, parroquias, Hogares de Cristo y movimientos sociales. Si lo tocan al Papa Francisco nos tocan a todos y a todas.

Luego de las lecturas en la Homilía de la Palabra, la misa transcurrió con mensajes directos a las críticas y agravios de los fascistas sobre el trabajo humanitario desplegado en las zonas más vulnerables por la Iglesia Católica.

«Hoy estamos los curas de las villas y barrios populares de Capital y Gran Buenos Aires, y gracias a Dios podemos decir que este escrito, ha servido para conformar a los más grandes que son los barrios populares de todo el país, porque son muchísimos los sacerdotes y muchos de ellos están aquí presentes, que son de otras provincias, frente a un día que para nosotros es de fiesta, el día de la Madre Teresa. Yo tuve la oportunidad, los curas más viejos del barrio, y de las villas de los barrios, tuvimos la oportunidad de conocerla cuando vino a la Argentina, y sentir que nos encontramos con alguien, que tenía la presencia de Dios, alguien que era muy importante en todo el mundo, y está siempre al servicio de los demás, nos pareció este día el indicado; la Madre Teresa para todos nosotros es la Santa de la Caridad. La que nos enseñó no de palabra, sino con su vida lo que significa la entrega, al otro, el servicio al otro. Por eso elegimos este día y también elegimos este lugar porque en este lugar alguien con mucha simpleza, en el año ’97 cuando trajimos la Virgen de Caacupé, que preside nuestra parroquia, vino y no solamente hizo la misa, se metió entre la multitud caminando para llegar aquí y compartir con el pueblo villero, un momento de importancia y de cambio que tenía que ver con las raices que aquí se viven. Alguien que siguió visitando permanentemente no solo esta villa.


Cada 8 de diciembre al venir aquí, caminar los pasillos, compartir la misa, los mates, el amigo Obispo de Buenos Aires, amigo de los villeros, de los muchachos del Hogar de Cristo, el padre Jorge Bergoglio.
Este obispo que rompe el molde y camina por los barrios no solamente aquí sino todos los barrios y villas de Capital. Se acercó para transmitir su palabra y escuchar lo que los curas y también la comunidad le decía.
Como decía Gustavo, aquel que lavó los pies de una manera especial, algo que para nosotros es un orgullo, dentro de la pastoral de las villas que es nuestra gran familia del Hogar de Cristo, estamos presentes acá y el que está presente de una manera especial transmitiendo la esperanza, porque cada uno de los jóvenes que hoy está con alegría acá, vemos alguien que la pelea para estar mejor, por eso elegimos este lugar y este día para decir que el PAPA FRANCISCO, es para nosotros y toda la grey católica, aquel que guía, aquel que ilumina, aquel que inclusive con su palabra llega al corazón de personas que no son de nuestra religión y sin embargo en este tiempo ha recibido agravios. Algunos preguntaron ¿por qué no lo dijeron antes? Es que es indigno de un candidato, decir las cosas que se dicen, que la Justicia social, que se cree «la mierda» de la Justicia social, disculpen la palabra, cuando la Justicia social parte del Evangelio, parte de la doctrina social de la Iglesia, cuando es el amor al prójimo, y no como señala la envidia y el rencor. La envidia y el rencor es lo contrario, al Evangelio.
Una prédica que en definitiva que va en contra de la fe en el PAPA FRANCISCO, está a la persona a la que atacan, pero ¡ojo! en definitiva el ataque va a las raíces de nuestra fe y del humanismo, porque la Justicia social no parte del rencor y de la envidia, como se dispara en las redes sociales.
Parte de un entendimiento de lo que significa la libertad, y la libertad no es hacer solamente lo que me conviene a mí, es poner en ejercicio lo que puedo hacer también por el otro.
Jesús nos dice «amara al prójimo como a uno mismmo», la base de nuestra fe tiene que ver justamente con el amor.
Por eso deseamos que todos puedan entender que hoy estamos aquí para defender esa palabra que para la Madre Teresa, era la palabra justa que le marcó la vida, y que marcó la vida de la Iglesia.
Hoy pensamos y hoy Toto está acá; estábamos juntos en la crisis del 2001 en este barrio solamente la parroquia, el centro de salud y algunos comedores, era la presencia que teníamos para darle un poco de fuerza y de organización. Salimos adelante pero realmente en aquel tiempo encontramos un remedio para un vecino, porque el centro de salud capaz que no lo tenía, significaba que todos nosotros teníamos que viajar por todo Capital, «mangueando» un peso para comprar el remedio, lo mismo le pasaba a los comedores. Así se vivía la crisis del 2001, recuerden los que son de la villa aquí, las fogatas en aquellas jornadas; no teníamos nada.
Hoy en día hay escuelas, una asignación universal, hoy día la gente se reúne en cooperativas para poder trabajar.
Evidentemente que no alcanza.

El Centro de Salud, hay tres ahora, está el hospital. Hay un montón de cosas que nos ayudan con esa presencia, y yo les digo a los chicos que hoy se están recuperando de la droga, lo mismo. Cuando el Estado se pone de forma inteligente, y presente en un barrio y actúa con las organizaciones del Pueblo, entonces, se puede transformar una realidad.
Este concepto es lo que se puso en práctica aquí.
Lo que pasó el otro día, ese voto bronca, está bien que se entienda que para toda la clase dirigente que se ha olvidado de la agenda de los barrios y tiene que poner encima de su escritorio la agenda de los barrios como la más importante.
No es solamente para un candidato, es para todos! La agenda de los barrios que tiene que ver con la Seguridad, que tiene que ver con el trabajo, con una mejor Educación y Salud que ya tenemos, y tantas cosas más… Preguntar a la gente de los barrios y no perderse en discusiones que no tiene nada que ver con nuestra tierra argentina y menos con nuestros barrios populares.
Por eso en esta misa vamos a rezar también por todos aquellos que se dedican y están en el camino de la política, en este tiempo de elecciones, para que las fuerzas puedan pensar seriamente que es lo que le van a proponer a cada barrio, a esa señora que vive en el barrio. Pero también nosotros tenemos que pensar después de tanto, todas aquellas cosas que hoy tenemos y que Toto y yo somos testigos que en le 2001, aquí no habían. Por eso las dos cosas son importantes. Vamos a pedirle a Dios que nos bendiga en esta tarea a todos los argentinos, y el compromiso de los curas villeros es siempre estar trabajando al lado de los más humildes, de los barrios populares, las villas, amando la religiosidad del Pueblo y armándonos siempre para servir a los demás, que Dios nos bendiga y que la Madre Teresa sea nuestra figura a seguir» concluyó la homilía de la Palabra el cura villero Pepe Di Paola.


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