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La asociación civil JUSTICIA LEGÍTIMA expresó su análisis a más de cuatro décadas de la última dictadura en el país.
“Se cumplen 45 años de aquella jornada que dio inicio a la última dictadura que asolara nuestro país, con la participación de sectores militares, civiles, empresariales y eclesiásticos, instaurando un régimen de terrorismo de Estado que conllevó 30.000 desapariciones, asesinatos, torturas, secuestros, apropiación de niñes, y la instauración de un modelo económico de especulación financiera, destrucción de la industria nacional, extranjerización y primarización de la economía, sumiendo a las grandes mayorías en situación de pobreza y marginalidad.
Desde el juicio a las juntas militares, y su continuidad con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, los sectores populares y democráticos hemos logrado superar los intentos de retroceso como lo fueron el indulto, las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y, más recientemente, el intento de imponer el cómputo de penas denominado 2 x 1 propiciado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Sin embargo, siguiendo una práctica extendida en América Latina, los poderes fácticos, los medios de comunicación hegemónicos y los sectores judiciales ligados a ellos, continuaron y continúan poniendo en jaque al sistema republicano y democrático, a través del mecanismo del Lawfare, con el que han reemplazado a los crímenes de lesa humanidad como metodología de dominación, acompañado de un discurso y una práctica de odio y violencia.
La experiencia demuestra que la participación y movilización popular constituyen las herramientas más valiosas con las que se cuenta, para garantizar lo hecho, y avanzar hacia un país más justo y equitativo, como lo demostró la sanción de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, producto de una larga historia de lucha del movimiento feminista, que se engarza con la lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Hoy más que nunca resulta necesaria una profunda reforma del sistema de administración de justicia, que desmonte el sistema patriarcal imperante en ella, que tenga una profunda vocación para enfrentar el horror de los femicidios y la violencia de género, que garantice de manera efectiva el acceso a sus derechos por parte de los sectores marginalizados y que sea respetuosa de las garantías constitucionales.
Por eso, conscientes de la necesidad de unidad del pueblo argentino como condición para el fortalecimiento del sistema democrático, nos sumamos a la campaña “Plantamos Memoria”, que llevan adelante los organismos de Derechos Humanos y decimos, como siempre, Nunca Más.”
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