Impactante giro de la actualidad política jujeña se dio en las últimas 48hs, Gerardo Morales, el gobernador que recibió un golpe muy duro de los aliados de JxC, tras conocerse que su amigo personal Jorge Faurie, ex canciller, quedó sentenciado por Lilita Carrió, cómo responsable directo de espionaje y persecuciones a distintos dirigentes políticos amigos y ajenos.Todo comenzó cuando Lilita Carrió se sienta a la mesa con la mítica Mirtha Legrand, adentran en la charla política, banal y vacua, como parte del espectáculo circense de un escenario atroz para el 2023 y todos los malabares del fascismo nacional y la ex legisladora de Coalición Cívica deja perpleja a la centenaria Mirta Legrand, al declarar que Juntos por el Cambio es responsable del espionaje en el país. Acción de la que ni siquiera la propia dirigente de la Coalición pudo quedar exenta.
En un ida y vuelta, Lilita dispara en el primer bocado de lujo; que Macri la hizo parte de las víctimas del mecanismo de espionaje que inundó el país del 2015 al 2019. Espeta de tal modo, con fechas, nombres y precisiones que aturden a la mejor vocera de la derecha, la señora de los almuerzos.
Pero lo más importante que logra Carrió en su exposición televisiva es que ha mencionado nombres y días en los que otro personaje político como Gerardo Morales, abrió las puertas de Jujuy a Ivanka Trump hija del magnate ultraderechista Donald Trump, que llegó a la Tacita de Plata de la mano de Jorge Faurie, experto diplomático de derecha en espionaje mundial.
Todos los caminos conducen a Roma; la estricta planificación de espionaje a movimientos sociales y cualquier opositor de Morales, necesitaba una prueba contundente de su implementación y por arte de la magia quebradeña, apareció la increíble declaración de sincericidio que involucra de modo directo al psiquiátrico gobernador del norte.
Parece inverosímil, pero todos los aditamentos están comprobados y la red de espionaje puneño logra mantener a la principal referente del movimiento popular en la cárcel, junto a otras personas militantes sociales. Lo aquí expuesto consta en los reportes de los organismos de Derechos Humanos y en las denuncias respecto de estas atrocidades cometidas en un período tan oscuro para Jujuy como la aún vigente impunidad de Blaquier, el multimillonario empresario azucarero que explota Jujuy con absoluta libertad, que llena de vergüenza y amargura a la democracia argentina.
Lo que nadie se atreve a decir es que Jujuy en 6 años de gobierno radical se transformó en una provincia absolutamente pobre, con dirigentes conocidos fracasados y muchos con miedos, con otros dirigentes cómplices y socios de delitos, pero con la única realidad innegable: que por este camino no tienen ninguna posibilidad de lograr un futuro mejor.
Morales tiene fecha de vencimiento en las próximas elecciones, es leche vencida en este momento no sirve ni para nada, el tiempo les llegará a los cómplices del Poder judicial y legislativo, gritan algunos valientes desde Buenos Aires, lo cierto es que también cabalgaron justicieros en silencio y que ayudaron a forjar un final para tanto dolor padecido por los jujeños.
Obviamente los call center y opinólogos pagos adeptos a los cholos, saldrán a criticar o negar lo imposible, pero todo apunta a un solo destino, el fin de un Estado jujeño en las manos de un enfermo psiquiátrico ya demostrado.
El contexto nacional no dará descanso al entramado que llevó un charter a Bariloche con la mesa judicial macrista hospedada en la estancia del invasor inglés Joe Lewis, allí están juntos para salvaguardar a Macri, el hacedor de las escuchas ilegales, el autor intelectual de los law fare y el patrono de las causas aberrantes cometidas por un Gerardo Morales en declive.
Asoma, para respiro de la sociedad norteña, Guillermo Snopek, actual senador de la Nación, hijo del legendario Guillermito, con quien lo popular se siente cómodo y por tanto, es quien mejor se amolda a una gobernación en paz y con el emprolijamiento que se necesita en Jujuy para recuperar derechos y la paz social perdida en estos años atroces radicalismo y macrismo inmoral.