El Ministerio de Salud de la Nación y el Consejo Nacional de Política Indígena (CNPI) dieron por concluido el programa especial de vacunación para la población de comunidades originarias que por diferentes condiciones encontraba obstáculos para la obtención de turnos y la posibilidad de acceder a las vacunas contra la enfermedad COVID-19.
El programa comenzó en mayo para ciudadanos residentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que no comprenden el español o no tenían acceso a un dispositivo digital, como un celular o una computadora. Estas dificultades fueron planteadas por el CNPI al Ministerio de Salud de la Nación para lograr una solución inmediata y brindar el libre acceso en los idiomas indígenas de uso preponderante.
La cartera sanitaria nacional se ocupó de coordinar con intérpretes idóneos la traducción de las plataformas a los idiomas Guaraní y Quéchua con un sistema de acercamiento a los ciudadanos originarios a través del CNPI, que permitió la articulación necesaria para otorgar los turnos necesarios tanto en el Garrahan como en el Centro Cultural Kirchner, donde también se vacunó a esta población.
Así, 690 ciudadanos argentinos que mantienen el idioma originario con uso preponderante pudieron acceder al programa y obtener en su propia lengua la vacuna contra la COVID-19.
La integración específica de los idiomas indígenas de uso preponderante al sistema de salud nacional permitió que adultos mayores descendientes de los primeros habitantes, ingresen al plan de vacunación.
En todo el país se aplica esta modalidad para favorecer la inclusión y adaptación a los distintos pueblos según corresponda. De esta manera, Chaco continúa la vacunación a los integrantes del pueblo Qom en su respectivo idioma, al igual que Salta con la comunidad Wichi, Formosa con el pueblo Qom y Misiones con Mbya Guaraní.