El fin de un ciclo para la producción de yerba mate en Argentina

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Parece que tras 22 años, un ciclo único para la producción misionera de yerba mate llega a su fin. Durante este periodo, hubo un crecimiento significativo y buenos precios que permitieron a los productores mejorar sus condiciones. Muchos de ellos volvieron a cosechar y se generó un ambiente favorable para la industria. Sin embargo, ahora se abre la importación desde Brasil, lo que plantea nuevos desafíos para los productores argentinos.

La importancia del estacionamiento en la producción de yerba mate

En Brasil, la yerba mate no se estaciona, sino que se cosecha, se seca, se muele y se envasa directamente. Por otro lado, la yerba argentina con estacionamiento tiene más virtudes nutricionales y beneficios para la salud. Además, en los países vecinos no existen los mismos controles rigurosos en cuanto a la presencia de metales pesados en la yerba mate.

El impacto del liberalismo en la economía y la importancia de regulaciones

El liberalismo a ultranza produjo el desastre económico del mundo en 1929. La filosofía del «dejar hacer, dejar pasar» no solucionó los problemas y la llamada «mano invisible» nunca pudo brindar empleo a los trabajadores desesperados. Fue el economista inglés John Maynard Keynes quien, a través de sus teorías, logró salvar al mundo de esa catástrofe. A pesar de que el presidente Milei odie a Keynes, la realidad es que sus ideas fueron fundamentales para superar la crisis económica.

En la década de 1930, la producción de yerba mate ya estaba bien establecida en la provincia de Misiones. El territorio contaba con colonias muy activas y gobernadores comprometidos con el cultivo de la yerba mate. La tecnología también había contribuido al desarrollo de plantines de calidad. Sin embargo, en Buenos Aires, el gobierno importaba yerba de Brasil a cambio de trigo argentino, lo que afectaba negativamente a los productores misioneros.

La situación actual de la producción de yerba mate en Argentina

En abril comenzó la nueva época de cosecha de yerba mate y la situación es muy preocupante para el sector. Por primera vez desde 2002, no se establecerá un precio oficial para la hoja verde y la yerba canchada. Los valores que se están pagando actualmente son de 375 pesos por kilo de hoja verde, aunque la aspiración era llegar a cobrar 500 pesos. Esto representa un desafío para los productores, especialmente los pequeños, que dependen de precios justos para mantener su sustentabilidad y seguir produciendo.

En la actualidad, hay alrededor de 12 mil productores de yerba mate en Argentina, de los cuales casi 3 mil se han recuperado gracias al apoyo del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). Sin embargo, el sector se enfrenta a varios desafíos, incluyendo la concentración de la molienda en grandes industrias de Corrientes y la falta de regulación en cuanto a la importación de yerba mate de países vecinos.

Argentina produce el 88% de la hoja verde de yerba mate en todo el país, pero es Corrientes la provincia que se encarga de la industrialización. Esto significa que los países vecinos podrán enviar sus yerbas a Argentina, sin importar que en Brasil no se realice el estacionamiento de la yerba mate. Los gustos son diferentes y la yerba brasileña, que es más fina y no se estaciona, tiene su mercado. Sin embargo, los estudios científicos demuestran que una yerba mate estacionada, como la que se produce en Misiones, tiene más beneficios para la salud debido a su mayor contenido de antioxidantes.

La importancia de los controles de metales pesados en la yerba mate

El libre mercado no debe descuidar la salud de la población. En este sentido, la falta de trazabilidad en la importación de yerba mate desde Brasil y Paraguay plantea preocupaciones en cuanto a la presencia de metales pesados, como plomo, cadmio y arsénico. En Argentina, el INYM estableció límites máximos para la presencia de estos metales en la yerba mate, pero Brasil y Paraguay no parecen dispuestos a respetar estas regulaciones. Incluso han pedido cambios en las reglas del Mercosur para permitir una mayor presencia de metales pesados en la yerba.

En conclusión, el fin de este ciclo para la producción de yerba mate en Argentina plantea desafíos importantes para el sector. Es fundamental que se establezcan regulaciones adecuadas para garantizar la calidad y la salud de los consumidores, así como el sustento de los productores locales. Además, es necesario promover el consumo de yerba mate argentina, destacando sus virtudes nutricionales y de salud, en comparación con la yerba importada que no se estaciona y puede contener metales pesados en niveles superiores a los permitidos.


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