DURÍSIMA CARTA CONTRA DNU Y CONGRESO NACIONAL LA POLÍTICA INDÍGENA RECHAZA EL DNU Y LA LEY ÓMNIBUS

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 CARTA ABIERTA AL CONGRESO DE LA NACIÓN

 RECHAZO AL DNU 70/2023 APN PTE REFORMAS Y CAMBIO DE SISTEMA DE GOBIERNO MEDIANTE LEY ÓMNIBUS Y RECHAZO A LA MANIPULACIÓN DE LOS DERECHOS DE PUEBLOS INDÍGENAS POR PARTE DEL CONGRESO NACIONAL. 

En concordancia con lo dispuesto por la mesa directiva del Consejo Nacional de Política Indígena en conjunción con el equipo jurídico, profesionales, Intendentes, Concejales, Senadores, delegados del país, rechazamos las dos posiciones expresadas ut supra.

La actual Legislación, códigos y normativas que rigen en nuestro país, como estructura vertebral del formato Democrático Republicano y Federal que contiene y avala el sistema Civil Penal Comercial y de otros derechos, generó, muchísimo daño, interminables debates, interpretaciones, polémicas e injusticias a la hora de tratar la situación de los Pueblos Indígenas de argentina.

Nuestros Pueblos sobrevivieron a interminables modificaciones, reformas, cambios de gobiernos, imposiciones de legislación, representación forzosa y tutela constitucional, desde el nacimiento del país.

Hemos llegado hasta aquí, con la frente en alto, dentro del Formato y con el sistema que ganamos elecciones actualmente.

Esta situación es una más, de las tantas que conocemos y sufrimos, nada cambia, ni cambiará para los pueblos Indígenas, después de la actual y pública, contienda política.

La seguridad jurídica y judicial jamás estuvo del lado de nuestros pueblos, desde el principio de la Nación, las garantías constitucionales y el estado de derecho nunca estuvieron de parte de los pueblos indígenas.

Los tiempos nos ubican en distintas posiciones y resulta tan inverosímil ver a la Argentina acorralada por un DNU, de un partido político, que por la misma forma de gobierno y vigencia de sistema, los que perdieron las elecciones generales, se unieron para gobernar el país, dejando como perdedores a los que ganaron.

Pues en ninguna de las dos posiciones, ni antes o después, fuimos Convocados a participar o mínimamente ser consultados, en concomitancia con lo que establece legislación Internacional y Nacional vigente que protege y resguarda los derechos de pueblos indígenas en Argentina y en el mundo, con el agravante que nuestro país, ratificó y convalidó constitucionalmente la posición de la  Legislación Internacional mediante ley 24071 de Ratificación del Convenio Internacional 169 de OIT.

Hoy, un DNU proyecto, dispone modificar una vez más a gusto y criterio de una minoría en rejunte, todos los derechos que mal utilizados, dejados de lado o no aplicados,  mínimamente regulaban la posibilidad de un debate por la verdad, libertad y justicia para nuestros pueblos.

Pues ninguna de las dos posiciones le brinda absoluto respeto a la verdad, los pocos resultantes quejosos de la avanzada del nocivo DNU, son a los que les impacta de modo directo, los perjuicios.

Los recursos para sostener una lucha en reclamos y quejas son muy visibles, de un sector del pueblo que logró, sobrevivir cómodamente los cuatro años de la gestión anterior.

Para los pueblos Indígenas, este DNU es una lucha más que debemos afrontar, pero con la doble tarea de luchar contra las indiferencias e intereses de los que luchan por sus buenos o direccionados propósitos y de los dos lados.

Nuestra posición es continuar trabajando contra la pesada tarea de nuevos patrones con ideas de reyes, para lograr volver a patrones con las mismas ideas, pero con un poco de justicia social, pero para los suyos.

Conocemos cómo sobrevivir y aprendimos a participar, a ser consultados, aunque fuimos excluidos de toda participación y consulta; sabemos cómo continuar en este campo de peleas y batallas de buenos, malos, amigos y enemigos.

Conocemos de críticas y de manipulación permanente de los que no tienen conocimiento y de los que creen saber algo.

El DNU cuestionado trajo la impunidad total y el más vil plan de devastación sobre los que menos tienen, aclarándose, que quienes menos tienen no son los que protestan. Aunque les asista todo el derecho legítimo de reclamar por lo suyo.

El DNU trajo exposición de los dos lados, mostrando las miserias, intereses con dirección y sentido de los que se agrupan para volver, obviamente con las mismas caras, los mismos partidos, pero el sentimiento destrozado de un sector mayoritario que creímos como muchos, en la esperanza de un futuro mejor y nos llevaron al fracaso.

Nuestros pueblos, no recibieron obras públicas del gobierno anterior y mucho menos recibiremos de la actual gestión según versa el DNU en cuestión, nuestra presencia en los lugares donde habitan los únicos Argentinos en extrema vulnerabilidad es indispensable.

Acompañamos la lucha de los trabajadores con el corazón, nuestra presencia es imposible en las jornadas de reclamos, en virtud de que luchamos en algunas zonas, en estos momentos, contra inundaciones, temporada estival de 50 ° de Calor, sin agua y sin luz, esperamos resolver muy pronto los desafíos prioritarios.

Con los recursos mínimos, de lo que se ve en la calle antes y después del DNU, hubiéramos evitado los fallecimientos de niños Indígenas por desnutrición pero nos es parte del debate este pensamiento.

Irónicamente nuestros fallecidos no son los más necesitados ni mucho menos los más vulnerables, nos queda el consuelo de que sienten algo de lástima por los niños de otros países.

No vale llorar, ni sufrir por los golpes de la vida, nosotros continuamos y lucharemos con mayor esfuerzo, capacitando con competitividad para lograr la representación que corresponde.

Rechazamos las dos formas de continuidad, dar un ejemplo de razón es rechazar la posición dictatorial y reconocer que la Democratización en la Representación es la mejor salida para Argentina.

La perpetuidad es el más viejo enemigo que tenemos, pero nunca estuvo entre nosotros, la lista seria interminable y los partidos políticos únicos responsables.

La difícil tarea de permitir hablar a los nuestros será mucho más profunda en tiempos de DNU o no puesto que dominamos idiomas Indígenas ancestrales que vieron nacer a nuestro país y que hoy forman parte de la nueva herramienta electoral.

La ignorancia es otro de los flagelos gigantes que nos atormentan, sumado a la vanidad y soberbia de los que imponen razón por la fuerza, construyendo para dividir y reinar en sus posiciones, en organizaciones de intereses manifiestos.

La legitimación es amplia y diversa, pero Argentina es muy clara a la hora de justificar procedencia.

El Congreso y Gobierno de la Nación, tienen como siempre la palabra, lo que deben comprender es que no les alcanza para ser dueños de la identidad de los que piensan diferente.

Nuestra carta atenta contra los opinólogos e intérpretes filósofos de la política y los comprendemos, puesto que toda verdad ajena molesta.

Convocamos al país que lee sin juzgar, a compartir criterios en común y luchar por continuar sobreviviendo para forjar un país mejor para todos.


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