Se cumplen hoy 50 años del golpe de estado en Chile a manos de Augusto Pinochet, quien gobernó durante 17 años. Aquel 11 de septiembre de 1973 el entonces presidente Salvador Allende dirigió palabras a la nación y luego fue asesinado en el Palacio de la Moneda.
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— Televisión Pública (@TV_Publica) September 11, 2023
«Necesitamos esperanza, por lo tanto, a pesar de todos los pesares soy optimista. Vale la pena vivir la vida a tope».
“les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales, ni con el crimen, ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos” (Salvador Allende)
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, visitó este domingo Chile, donde se reunió con su homólogo, Gabriel Boric, en el marco de los 50 años del golpe de Estado contra el Gobierno de Salvador Allende, comandado por Augusto Pinochet.
En una alocución conjunta, el mandatario mexicano recordó los sucesos del 11 de septiembre de 1973. «Esto me impactó mucho, me marcó. El presidente chileno Salvador Allende, que todavía gobierna con su ejemplo, es el dirigente extranjero que más admiro, quien más sentimientos me genera«, manifestó.
Para conmemorar este exilio chileno en México, Boric y López Obrador visitaron la histórica Embajada, donde develaron una placa conmemorativa que será colocada en el muro exterior del inmueble «para dar fe de la expresión de solidaridad mexicana», indicó el presidente de México.
Durante el acto, se le otorgó la Orden Mexicana del Águila Azteca póstuma al presidente chileno Salvador Allende, que recibió su hija, la senadora Isabel Allende Bussi. Al respecto, Boric expresó su gratitud al pueblo mexicano y destacó la importancia del homenaje. (https://actualidad.rt.com/actualidad/479423-lopez-obrador-salvador-allende-admiro)
Mis palabras no tienen amargura, sino decepción, y serán ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron… soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino que se ha autodesignado, más el señor Mendoza, general rastrero… que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al gobierno, también se ha nominado director general de Carabineros.
Ante estos hechos, sólo me cabe decirle a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente.
Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen… ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Trabajadores de mi patria: Quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes,. quiero que aprovechen la lección. El capital foráneo, el imperialismo, unido a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara Schneider y que reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas, esperando con mano ajena reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.
Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros; a la obrera que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas, a los que hace días estuvieron trabajando contra la sedición auspiciada por los Colegios profesionales, colegios de clase para defender también las ventajas que una sociedad capitalista da a unos pocos. Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron, entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos… porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando la línea férrea, destruyendo los oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de los que tenían la obligación de proceder: estaban comprometidos. La historia los juzgará.
Seguramente Radio Magallanes será callada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa, lo seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos, mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal a la lealtad de los trabajadores.
El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.
Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Éstas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por lo menos, habrá una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.