El secretariado y su militancia recorre la provincia norteña y toman contacto con la más dura realidad de la pobreza y el estado de abandono huminitario que hay en el país.
Miles de indígenas se han trasladado los últimos años a los montes de este municipio donde otros miles ya vivían deplorablemente y donde el casco urbano es un grupo de manzanas mal trazadas, sin ninguna cuadra de asfalto ni cordón, en calles donde domina el talco marrón de sequías terribles o el barro de las inundaciones periódicas del Río Pilcomayo.
Además del casco, cuatro caseríos importantes en 13000 kilometros cuadrados y cientos de grupos humanos dispersos por el monte, de chozas de nylon, de barro o ramas. Los cazadores recolectores desplazados por las empresas del ageonegocio, el agua desbordada o el hambre, sufren desnutrición, analfabetismo y las miserias más extremas que un ser humano podría soportar.
Nadie sabe certeramente si la cifra de 30 % de escolaridad es real o menor todavía. O si las decenas de personas y niños muertos por desnutrición anualmente son aún mayores. Se calcula que más del 90 % de las personas están por debajo de la línea de las necesidades básicas insatisfechas.
Allí el Diputado del Parlasur Gastón Harispe, la Secretaria Política del Movimiento Octubres Sol Rudi y el Secretario Nacional de Salud del Movimiento Octubres Claudio Mora, visitaron al digno y trabajador intendente de la etnia Wichi Rogelio Nerón, quien vive en una de las comunidades más humildes y carece de máquinas básicas para llevar adelante una gestión: retroexcavadoras, palas mecánicas, niveladoras, aserradero, etc. El tema de los camiones de agua es esencial: reparten con un camioncito viejo hasta más de 200 kilómetros diarios para todas las comunidades en los montes para que la gente sobreviva a los calores de más de 40 grados. Los Wichis, Qom y otras poblaciones indígenas, superan las 30 mil personas, estiman en la municipalidad.
Esta se encuentra abocada a «bajar» recursos para alambrar los terrenos de las familias para producir hortalizas y contener animales, que de otra forma invaden el espacio público y depredan las huertas de otras familias. «Necesito agua, semillas y herramientas, pero antes, necesito cercos, para terminar con el hambre de mis hermanos». Nerón dice que tiene muchas tierras, pero no puede producirlas, entre otras cosas por las inundaciones y la falta de agua para regarlas. El tendido de luz es solo en algunos lugares, por lo que necesita cables para distribuirla y para las casas. Necesitan mangueras negras para conectar domicilios y hacer tendidos troncales. Necesitan escuelas en sitios donde no hay y ampliar las que tienen.
Desde hace tiempo el Movimiento Octubres y el Consejo Nacional de Políticas Indígena – CNPI trabajan con Nerón, integrante de esta organización de política indígena. Desde el Parlasur se denunciaron las muertes de niños desnutridos y se hicieron presentaciones judiciales a las que la justicia dio lugar. El acceso a la salud y a la alimentación fueron denunciadas oportunamente por el Dr Daniel Segovia y el Secretario de Ciudadanía y Derechos Humanos del Parlasur Gastón Harispe.
El Jefe de Gabinete de la Nación Juan Manzur, los ministros nacionales de Desarrollo Social Juan Zabaleta y de Obras Publicas Gabriel Katopodis se apersonaron hace unas semanas en Santa Victoria y recorrieron el lugar, acompañados por el gobernador salteño Gustavo Saenz. «El gobierno nacional nos ayuda, pero nada alcanza» dice Rogelio Nerón.
El Ejército Argentino, por orden del Ministro Jorge Taiana, reparte agua y tiene un destacamento para atender la emergencia comparable con los operativos que se asisten en Haití.
El tema fronterizo es indispensable de atender. Segovia y Harispe expresaron su preocupación en Cancillería por los desbordes y obras que faltan en un espacio estratégico como este, emplazado justamente en la triple frontera de Argentina, Bolivia y Paraguay.
El Frente Sanitario Octubres realizará próximamente una Jornada Nacional de Trabajo Solidario para atender un tema central como el tendido de agua potable intradomiciliaria, aguadas y gestión de pozos en las comunidades.
Claudio Mora sostiene desde la Mesa Nacional de la UTEP: «Hablamos de Tierra, Techo y Trabajo para todos. Hablamos de soberanía y seguridad alimentaria. Hablamos de educación. Y en lo que a mi respecta, militamos con los promotores y promotoras de salud para que haya condiciones de vida dignas, por eso estamos aca».
Luego de una amena reunión y almuerzo con los compañeros de Santa Victoria Este y de algunas recorridas, los referentes de Octubres desandaron los 1800 kilómetros que la separan de la ciudad de Buenos Aires.
En Santa Victoria Este se expresa la violencia de un sistema que no comprende ni asiste a los verdaderos dueños de la tierra, a los que se les hizo cambiar el modo de producción por la expansión de las fuerzas económicas del capitalismo que arrasaron con las comunidades y las apiñaron como despojos. «Los indios y los pocos vecinos criollos que viven ahí son víctimas de la cultura del descarte que denuncia el Papa Francisco. Con mucha inversión pública, planificación de la economía por parte del Estado y con el apoyo de la comunidad organizada, podremos devolver algo de dignidad a tanto humano violentado» dijo Harispe.