El modelo de Gobierno que ejerce Gerardo Morales tiene múltiples versiones de castigo basado en la aporofobia y un asco visceral a los sectores populares.
Lejos de ocultar su malestar, subido a la máxima expresión de su egolatría, Morales ha buscado imponer terrorismo absoluto, en una dictadura sin precedentes dentro y fuera de las provincias argentinas. Ha quedo muy lejano aquello del simple planteo de mano dura, para ser antes que nada, un modo de fascismo arreglado para este siglo.
Así por ejemplo, no habiéndole bastado con dejar jóvenes discapacitados, menores encarcelados, mujeres torturadas y abusadas, pueblos destruidos, carpetazos judiciales contra ciudadanos de a pie, ahora incurre en la violencia económica, pues ha dispuesto multar el derecho a los reclamos públicos de índole social.
La Reforma constitucional, amañada y cruel, con la que busca blindar a ricos y poderosos aliados en Jujuy, es un mensaje claro de la verdadera plataforma político electoral que Juntos x el Cambio tiene para la Argentina de las urnas próximas. Terminar con el Estado de Derecho, corromper el sistema de Garantías ciudadanas, disponer impunemente de los recursos públicos para fines privados y establecer un sistema de castigos que inhiban de toda acción defensiva popular que pudiera surgir a disgusto de las medidas inminentes que tiene previsto JXC si Gobierna el país.
Es la primera vez que el fascismo no sólo se muestra, tal y como es, sino que ha tomado una provincia como Jujuy para realizar testeos y pruebas del tipo social para medir el nivel de reacciones que posee la sociedad argentina. Hasta dónde somos capaces de defendernos colectivamente y qué estamos dispuestos a aguantar en la vuelta de los resultados al enfrentar al Poder.
Morales no es tan «pajuerano» como se pretende simular, Rodríguez Larreta no está tan metido en las internas de su espacio y el fascismo es lo mismo con distintas tonalidades emanadas de las atroces cartas jugadas en contra del Pueblo, desde la función que hoy, por hoy, ejerce su dirigencia.
Así las cosas, el amedrentamiento hacia la ciudadanía no es la noticia, como sí lo es, un escalón más en la campaña de JXC advirtiendo que serán mucho más graves las medidas que asumirán de llegar al poder en el país que aquellas cometidas en el período 2015/2019 que dejó a la Nación esclavizada a una deuda histórica por el volumen del empréstito, como por la impunidad de quienes jamás dieron cuenta del destino de aquel fondo inverosimil contraído bajo las restricciones usurarias del FMI.
UNA REFORMA PARA LA IMPUNIDAD DEL PODER ECONÓMICO
* Designación de Jueces del Superior Tribunal de Justicia y tribunales inferiores.
* Eliminación de elecciones provinciales de medio término (votaciones cada 4 años).
* Establecimiento de un sistema que asegura la mitad más uno de lxs legisladores a las fórmulas de gobernador e intendentes que resulten ganadoras.
* Incremento potencial de facultades legislativas al Poder Ejecutivo, lo que redunda en una mayor concentración de poder.
* Eliminación del Tribunal de Cuentas de la Provincia (organismo de contralor)
* Potencial cooptación del Consejo de la Magistratura en función del sistema implementado para la composición del mismo.
* Fuertes restricciones al derecho a la protesta y manifestación en los espacios públicos, usando como fundamento para ello el eufemismo “orden y paz social”, lo que da lugar a la represión de las manifestaciones populares.
*Se les niega a las comunidades originarias el reconocimiento de la personería jurídica que otorga el Estado Nacional.
*Otorgamiento de facultades extraordinarias al ejecutivo para disponer el desalojo de tierras, sin contemplar derechos de los pueblos indígenas y campesinado, explícitamente incorporados en la última reforma constitucional de Argentina.
*Las tierras fiscales serán destinadas exclusivamente para producción, el Estado provincial no garantizará tierras para vivienda, escuelas, reservas naturales, etc.