Sí, un mar, una “marejada” pacífica, eso vivimos en la mañana soleada y cálida del miércoles 27 de diciembre.
Llegué pasadas las 10 y ya plaza Lavalle era un arcoíris. Fueron llegando a la cita bajo la sombra (lado Lavalle) p. Pancho Velo y Rodrigo Hernández (parroquia Jesús de Nazaret, Merlo), Alicia Ponce y Susana Fernández (discípulas de p. Raúl Vila, parroquia Jesús Obrero, Merlo), p. Paco Olveira (parroquia Beato Enrique Angelelli, Merlo), pastor Diego Mendieta (comunidad evangélica de Fe y Vida, Mataderos), Carlos Álvarez (DDHH San Oscar Romero de Isla Maciel), y diácono Ricky Carrizo (parroquia San Francisco Solano, Florencio Varela). Y nos fuimos zambullendo en medio de miles de trabajadores y trabajadoras del más variado origen sindical y movimientista-social, con la siguiente distribución de espacios: frente a Tribunales, sindicatos de la CGT, las más notorias banderas eran de Alimentación, Judiciales, UOM, también de Espacio Puebla y Frente Patria y Futuro; cerca de la generosa sombra de la esquina de Lavalle y Talcahuano: las 2 CTA y ATE, CONADU, Partido Comunista; del otro lado sin sombra y más caliente, de calle Tucumán, la CCC, el Movimiento Evita, la UTEP, el MTE, Polo Obrero, MST, Pibes, Frente Darío Santillán, y hasta las imágenes de la Virgen de Luján y, a su lado, el Negro Manuel, estacionados, en un anda – uno de sus portadores, el “Gringo” Castro -. Edades jóvenes, media edad y adultos, algunos ancianos, no ví niñeces. También ciudadanos y ciudadanas no encolumnados, algunos con carteles artesanales muy originales, como el de una joven, que de un lado puso “DNU, 300 Dádivas de Necesidad y Urgencia para los amigos empresarios”, y del otro “Virrey Milei gobierna para su Majestad El Capital”.
Clima festivo de bombos, redoblantes y metales al viento – que entonaban melodías como “yo me enamoré, de esa chica me enamoré” -, y los más variados banderones, banderas y banderitas. Un conjunto multicolor, por momentos muy abigarrado, apretujado, con columnas que iban y venían, por “caminitos de hormiga” que se abrían y cerraban. Gendarmería atrás nuestro. Esto demoró que se nos sumaran José Hernández y Gabriela Montiveros (de la comunidad del pastor Diego, Mataderos) y pastor Gerardo Oberman (Iglesia Reformada, Barracas), con quienes nos reunimos hacia el final. También nos buscaban p. Daniel Echeverría (curas opp matancero), a quien saludamos en la desconcentración, y otros a quienes detectamos por wasap: p. Carlos Gómez (de Punta Lara), Juampi Quiroz (franciscano de Mariló, Moreno), Cristina Cortés y Emma Almirón (ex exiliada, amiga de p. Carlos Mugica). Hago detalle de estos nombres, para poner en valor a un puñadito de cristianas y cristianos, varios de la Pastoral Social Evangélica y del grupo Curas OPP, que pusieron sus cuerpos y sus fes en esta legítima, necesaria y masiva protesta.
El clima social tranquilo aunque ya empieza a sufrirse en primera, segunda y tercera persona el “caputazo” , el abominable e inconstitucional “dnu mileioide”, y el protocolo “terrorista-de-Estado”. En ningún momento se expresó bronca contra los agentes del protocolo, unos relajados – los de ciudad – y otros más adustos y pertrechados – los federales -. Cantos reiterados: “unidad de los trabajadores y al que no le gusta …”, “la patria no se vende”, “la patria se defiende”, “Milei basura …”, “paro general”, “poné la fecha …”, “Llamen al gorila de Milei para que vea que este pueblo no cambia de idea …”. Sobre mediodía, nuestro himno nacional y la marcha peronista, con bellas letras ojalá que “de futuro”, que no actuales, desde hace tiempo ya.
Nuevamente pudimos encontramos hermanas y hermanos cristianos, preguntándonos por el devenir de estos trágicos tiempos, a escala global y local, y por lo que el Dios de Jesús nos reclamará para ser fieles a él y a nuestro pueblo. Un pueblo tentado – y nuestras iglesias también! – por el «sálvese quien pueda», tentado de «no ser pueblo». Siendo uno de los primeros antídotos las calles, plazas y avenidas compartidas, mutuamente acompañadas y cuidadas (ej. hacían circular botellitas de agua fresca ante tanto calor), pero no alcanza …
Luego de trascurrir unas dos horas, esperando no se sabía qué, comenzó la pacífica desconcentración. Parecía respirarse, como desde hace semanas, la orfandad de más dirigencias políticas que organizaran al pueblo-cuerpo-diverso-y-colectivo, que permanece de pie, expectante y necesitado de organización fiel, no tanto a la dirigencia – que aprendan urgente el “mandar obedeciendo” ¡ – sino a la necesidad de ser mejor escuchados e interpretados que hay en las bases.
Autor: Rodolfo Viano, hermano franciscano y cura en opción por los pobres