El claro ejemplo de esto, marcando tendencia sobre los arreglos implícitos con los Gobernadores es Salta, donde el boom de obra pública, entrega de planes, programas nacionales se concreta a partir de este 14 de abril junto a la campaña electoral para los comicios del próximo 14 de mayo.
Sin respeto por el electorado, el Gobierno nacional envía con descaro todos los recursos que fueron negados a la ciudadanía más vulnerable en el norte provincial, durante estos cuatro años, para recién en la campaña electoral, hacer esas «soluciones» posibles, jugándose nuevamente con el hambre, la seguridad, el trabajo, los créditos y todo aquello que hubiere desde el 2019, evitado que la provincia más pobre del país, atravesara por un incremento en la mortalidad infantil, los femicidios en comunidades indígenas, los casos de maltrato a la vejez o el aumento de la pobreza alimentaria, energética y la de infraestructura que deja sin acceso a una vivienda digna a los sectores más vulnerables de la sociedad, sin ingresos fijos, sin trabajo genuino o quienes resienten una caída del poder adquisitivo del salario.
Lo que hoy se hace en materia de políticas en Argentina, apunta a todo el conjunto dirigencial de absolutamente todos las fuerzas electorales, sin distinción ideológica, pues el método usado para esta difusión publicitaria no es más que un modo cruento e inhumano, basado en el castigo a una sociedad amenazada por la obligatoriedad del voto a emitir sobre los «elegidos» del poder de turno. Si esto, aun le sabe a poco, le advertimos al lector que los acuerdos de momento, favorecen a un dirigente y posterga a todas las otras opciones electorales, basándose en el manejo de los recursos públicos con fines publicitarios.
Así es que por 30 días, la población salteña, verá que aparecen unas cuantas viviendas de planes sociales, unos pocos bolsones alimentarios, unas tantas herramientas de trabajo, otros pocos créditos para emprendimientos, etc, todos ellos provienen del presupuesto de la Nación, viabilizados por dos mecanismos igualmente injustos; las organizaciones sociales y los Ejecutivos locales.
En esta tremenda oscuridad metodológica, sin políticas públicas que resuelvan los problemas de fondo, se han tomado en los últimos días, más créditos con las bancas internacionales, lo que implicará, por ejemplo para Salta -la provincia con mayor producción de litio y oro- una pérdida en la soberanía de sus recursos naturales, hoy en manos extranjeras.
No hay derechas, ni centros, ni izquierdas, lo que existe en el país, ahora es el acuerdo a término sobre la riqueza producida por una tierra todavía arrasada y los bolsillos de la clase media que mantiene a la matriz fiscal de un Estado inalcanzable, ausente y lejano del humanitarismo que parece haber abandonado la Argentina.