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TOLOSA PAZ Y WICHIS CONTRA EL HAMBRE

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Digno de imitar, sorprendente hasta las lágrimas, el ejemplo de los Wichis haciendo honor a la cultura del trabajo,  reciben el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, para continuar la lucha contra la pobreza y el hambre, trabajando con todas las herramientas necesarias.

Una cachetada para la dirigencia de los movimientos sociales, quienes durante los últimos años vivieron de los planes sociales, totalmente alejados de la cultura del trabajo y más distanciados aún de la realidad del hambre y la pobreza extrema.

Los recursos destinados a la ayuda social que el gobierno nacional administra, a través de la Economía Popular, por acuerdo político con el Movimiento Evita y otros, se encuentra en pleno control y verificación, con la culminación de los procesos de validación de planes que dio por resultado que 150 mil  beneficiarios no validaran su condición tal lo exigido en los requisitos de acceso al Potenciar.

En este contexto es que Victoria Tolosa Paz, ministra de la Nación, recibió al intendente Wichí, Rogelio Nerón, oriundo de Santa Victoria Este, provincia de Salta; y comprometió el acompañamiento nacional, necesario, para las comunidades indígenas, en virtud de la premisa de los Wichis que centraron, el pedido de apoyo en herramientas, maquinarias, equipos de trabajo para sembrar y producir en la zona conocida como Chacosalteño.

Por su parte, el intendente Rogelio Nerón, ya entregó las herramientas a cientos de familias Wichis que junto a los cercos alambrados son la revolución de las comunidades dedicadas a trabajar diariamente contra el hambre y la pobreza

Recordemos que este territorio indígena en la provincia de Salta, tiene aproximadamente 35 mil Wichis, distribuidos en 5 pueblos con cabecera en la localidad de Santa Victoria Este.

No cobran planes potenciar, esperan en silencio que el apoyo llegue desde Nación, dado que la provincia de Salta, se encuentra sumergida en una profunda crisis económica y política por la que no presta ningún tipo atención, ni contención a los Pueblos Indígenas.

“No cortan calles por planes sociales, no son  afiliados a movimientos u organizaciones” son trabajadores que agradecen por la ayuda signifique mejorar su única condición de trabajadores.

En la actualidad,  esperan con mucha ansiedad, el apoyo de mercadería para pelear el momento y la llegada de otros programas nacionales que traerán calma a la región más pobre de la Argentina.

En tanto, los movimientos sociales continúan con los reclamos por hambre y pobreza que no conocen, no solo por ignorancia, sino por desidia. Un mapa territorial que les es ajeno a sus intereses organizaciones de neto corte político, falto absoluto de la más mínima humanidad. Se han centrado en las zonas urbanas, dejando de lado, en el olvido que confina a la muerte, a quienes viven en la ruralidad y pelean, como un resquicio de la dignidad, propia y colectiva, por no sufrir el desarraigo, tras las promesas de quienes están “ocupados” en hacerse de las arcas estatales mediante hechos delictivos en todo orden.


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