Salta: PARA EL GOBERNADOR, EL PILCOMAYO NO ES PRIORIDAD   Diputados de la Nación debe tratar el otorgamiento de fondos nacionales por las inundaciones en el Chaco salteño

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A todos los problemas estructurales que asedian a los pobladores originarios y criollos en la frontera tripartita, se suman los humanitarios y la tragedia de una burocracia que es indiferente.

El 2025, estuvo cargado de catástrofes climáticas autoras de los desastres en pueblos y comunidades indígenas de Santa  Victoria Este – Rivadavia Banda Norte, Salta.

En marzo de este año la Cámara de Senadores aprobó la emergencia de la catástrofe que las inundaciones del río Pilcomayo dejaron en ese departamento norteño y desde entonces, se espera que la Cámara de Diputados de la Nación  trate el proyecto de ley con previa media sanción en el Senado donde se solicita 10 mil millones de pesos para ayudar a los pueblos indígenas afectados todavía tras las consecuencias de la catástrofe que se repite todos los años.

Hasta el momento para los Diputados salteños la prioridad está en otras circunstancias políticas coyunturales superiores a las emergencias de sus pueblos a los cuales representan y para declarar emergencia ambiental de Santa Victoria Este, no presentaron ningún formato de operatividad legislativa para lograr incluir la necesaria y urgente declaración de emergencia en esa geografía de  Salta.

Más de 40 mil indígenas esperan que los Diputados Salteños representen a sus pueblos exigiendo el tratamiento y lo que se vio públicamente en la Sesión de Diputados del miércoles último es el «compromiso» de los ordenados por Gustavo Sáenz para dar prioridades a otros temas donde se notó exageradamente el rechazo a la inclusión de otro proyecto en  la discusión parlamentaria para no incomodar a la política nacional u opositora, incluso si eso implica desentenderse humanitariamente de los más desprotegidos en el país, la ciudadanía originaria.

El agravante es que no hay ni una mera conducta política por parte del legislador salteño, dado que ni siquiera existe verbal o por escrito, huella de voluntad para luchar por la ayuda tan esperada en la zona afectada por las  inundaciones. Diputados salteños carentes de peso político en el contexto del Congreso nacional y faltos absolutos de sentido humano para con sus semejantes.

En la reciente sesión de la Cámara de Diputados se observó que diputados con compromisos distintos a los Salteños lograron que en la misma sesión, el Parlamento apruebe por unanimidad el proyecto que declaró la emergencia ambiental, económica y habitacional en Bahía Blanca.

La ley aprobada para Bahía Blanca obliga al Estado a destinar una partida extraordinaria para intervenir y asistir inmediatamente a la reconstrucción de infraestructura y recuperación de las actividades económicas, sanitarias, educativas y sociales de la región damnificada.

Se priorizarán las obras públicas urgentes, tales como la reparación y/o construcción de viviendas e instalaciones”, dice la norma.

 Salta no logró absolutamente nada, los Diputados Nacionales Salteños no impulsaron mínimamente un debate para intentar incluir el dolor, daño y desastre que las inundaciones del Pilcomayo deja todos los años en Departamento de Rivadavia.

La ciudadanía indígena, fronteriza no existe en absoluto para Gustavo Sáenz y su gente, quienes cometerán en breve, la osadía de vestir la pilchas gauchas en el próximo aniversario del héroe nacional Martín Miguel de Güemes, autor de la gesta patriótica que hoy nos permite habitar en libertad, el noroeste argentino y quien liderara tales batallas para la victoria histórica junto a los originarios.

No hay dignidad en quienes ahora ocupan los cargos parlamentarios, alejados de todo sentir empático, jamás hubo para Salta, esta desidia cobarde que es distintiva del cuerpo oficial legislativo bajo mando saenzista.


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