Nos hacemos eco de la situación que se vive en Argentina a partir del irrespeto libertomacrista por las leyes, las causas y banderas populares con una militancia por los derechos humanos que superan a la fecha más de cuatro décadas.
La marcha del 24 en la CABA y su réplica en otros distritos del país, demostró el alto nivel de enojo social con la gestión libertomacrista, sus políticas perniciosas y contrarias al bienestar general de la ciudadanía, los atropellos a los derechos y garantías constitucionales, las acciones metódicas, sistemáticas y constantes en contra de las personas socialmente vulnerables comenzando por las infancias, la ancianidad, mujeres y jóvenes. Los atentados contra la militancia política, la persecución a expresiones religiosas que no son cómplices de la tortura que el Estado argentino en la actualidad arremete contra los estratos más afectados por el capitalismo salvaje y de origen estadounidense.
A 48 años de aquel Golpe de ESTADO de 1976, INFOPAIS, declama por la justa reivindicación de figuras que son mucho más que los lógicos símbolos de constructores de la paz social, como Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, los 30 mil desaparecidos, las infancias torturadas y apropiadas por los genocidas de la dictadura que tanto trata de rescatar y liberar de los delitos cometidos, la vicepresidente de la Nación y su fétido entorno de alianzas políticas, de las cuales no hay duda alguna que no responden a posiciones de derechas, sino que simplemente son personas adeptas a la malicia, la crueldad y el genocidio. De allí, la apología que hacen sobre torturadores, violadores, ladrones, sicarios con uniformes de milicia y de fuerzas como las policiales. No es fascismo, lo que les moviliza es maldad. Por ello, lo inhumano les va tan bien. Y se esconden como todo lo que en la oscuridad y la complicidad se mueve mejor. No son parte de un partido político, no pertenecen a un movimiento filosófico, son adictos a los arreglos con el narcopoder, la trata de personas, los delitos violentos. Así lo han manifestado y sostenido en declaraciones públicas, con discursos de odios que ponen en la mira a cualquier ciudadano, ciudadana que no concilie con tanta atrocidad.
Dicho esto, en la evidente caída de la imagen presidencial, el disgusto social imperante sobre temas como dolarización, tarifazos, inflación, hay una reacción inevitable del popular a cuestiones que atentan contra la soberanía alimentaria de las familias argentinas, la propiedad privada, el desarrollo colectivo, la industria nacional y las actividades agropecuarias. El Interior profundo del país padece desde los problemas climatológicos, hasta epidemias como el dengue que está haciendo estragos en una Salud Pública desmantelada a propósito.
«ESTOS HIJOS DE PUTA SE TIENEN QUE IR»
En este editorial, se expresa al menos un sencillo pantallazo del complejo padecimiento que trasunta el Pueblo argentino desde el diez de diciembre del 2023 a la fecha, con una utilización de las herramientas peores que el poder económico extranjerizaste pueda utilizar, para tratar de someter bajo el imperio del terror a millones de argentinos y argentinas hasta que renuncien a su propia LIBERTAD. Pero, tal lo demostrado por organizaciones sociales, sindicales y partidarias, aquella canción que la sabemos todos, y como una oración colectiva resuena en el espíritu social, «O JUREMOS CON GLORIA MORIR». La lucha está planteada, los actores definidos, la historia nos asiste, otra vez.