Claudio Lozano, candidato a presidente por Unidad Popular en las PASO del Frente de Todos, indicó que la visita de altos funcionarios norteamericanos, se explica por lo que señaláramos en su momento respecto al significado del acuerdo con el Fondo.
Estábamos en presencia de un crédito que no era un stand-by más. Era un crédito de los Estados Unidos con un claro contenido geopolítico y que buscaba alinear a nuestro país con los intereses de los Estados Unidos en la región en el marco de la disputa por el reparto del mundo que el país del norte lleva, guerra mediante con la República Popular China.
El presidente de Unidad Popular remarcó que es por esta razón que el crédito del FMI nunca debió encararse solo desde el punto de vista financiero. Este acuerdo debe ser cancelado por su impacto inflacionario y recesivo que es aún mayor en el marco de la sequía, pero también porque cancela nuestro futuro arrasando con nuestra soberanía.
El candidato presidencial por Unidad Popular, Claudio Lozano, dijo que “la visita de varios funcionarios norteamericanos de singular importancia a nuestro país en las últimas semanas, merece una explicación que debe superar las vicisitudes de la coyuntura. Luego de la reunión del Presidente Alberto Fernández con el Presidente Joe Biden visitó nuestro país la Subsecretaria de Estado Wendy Sherman. La semana pasada llegó al país Christopher Hanson (Presidente de la Comisión Reguladora Nuclear de EE.UU), y ahora vuelve a visitarnos la jefa del Comando Sur Laura Richardson.
La explicación respecto a lo que está ocurriendo debe ponerse en relación con el acuerdo que el ex Presidente Macri estableció con el FMI durante su mandato y que el hoy Presidente decidiera validar con el último acuerdo firmado con el organismo.
Desde aquel momento (2018) advertimos que la decisión del FMI de otorgar un crédito absolutamente irregular, que incumplía expresamente con su propio Estatuto y que le otorgaba todo el monto del préstamo al gobierno de Macri, al tiempo que colocaba vencimientos incumplibles sobre el gobierno siguiente tenía una sola explicación. Estábamos en presencia de un crédito que no era un stand by mas del FMI. Era un crédito de los Estados Unidos con un claro contenido geopolítico y que buscaba alinear a nuestro país con los intereses de los Estados Unidos en la región, en el marco de la disputa por el reparto del mundo que el país del norte lleva (guerra mediante) con la República Popular China.
La imposibilidad hoy (y también mañana hasta el 2034) de cumplir con metas o pagos es la clave para subordinar al país. Por esta razón, fuimos la primera voz que se levantó en el Frente de Todos llamando la atención respecto a que no se podía renegociar este crédito como si fuera un mero acuerdo financiero. Una vez más, y con mucha claridad, el FMI era utilizado como ariete de la política norteamericana en la región.
Así las cosas, el pedido de Alberto Fernández de que Estados Unidos nos otorgue un puente financiero de confianza, tuvo una primera aclaración en las precisas palabras de la Subsecretaria Wendy Sherman. Señaló que el futuro de la Argentina sería promisorio si aceptábamos el dolor de las medidas que había que adoptar en el corto plazo.
Nos informaron así de que el puente a otorgarnos nos plantearía dificultades relevantes para transitarlo. A su vez el Presidente de la Autoridad Nuclear de los EEUU nos hizo saber que Washington vería con sumo desagrado que Argentina se alíe con China para incrementar nuestro desarrollo. Traducido al castellano: frenar la construcción de Atucha III.
Por último, el retorno de la Jefa del Comando Sur a nuestras tierras debe inscribirse en sus conocidas afirmaciones respecto a la importancia que nuestras riquezas (minerales, hidrocarburos, reservas de agua potable) tienen para su Seguridad Nacional (la de ellos).
Resulta a todas luces evidente que acceder al puente financiero demandado por nuestro ¿ingenuo? Presidente y nuestro ¿comprometido? Ministro Plenipotenciario de Economía, requiere de la sumisión de nuestro país a los intereses geopolíticos imperiales.
Basta de desarrollo nuclear, entrega de nuestras riquezas minerales (litio, tierras raras) hidrocarburos (Vaca Muerta y Mar Argentino) y la imposibilidad de un desarrollo con cierta autonomía de nuestra Defensa Nacional.
En este sentido, el objetivo es abortar cualquier posibilidad de adquirir equipamiento militar por fuera de los intereses norteamericanos. Se trata, por ejemplo, de frenar la compra de aviones caza JF17 THUNDER chinos nuevos, y reemplazarlos por la adquisición aviones caza usados, dados de baja por la fuerza aérea dinamarquesa.
Todo esto además ocurre en el marco de la presencia de Lula en China y de la llegada a América Latina del canciller ruso visitando Brasil, Bolivia, Venezuela y Cuba, es decir, excluyendo a la Argentina, evidenciando el claro alineamiento que nuestro país sigue respecto a la estrategia geopolítica de los Estados Unidos.
Por lo tanto, el famoso puente es de doble mano. De una mano llegarían recursos financieros (a pagar) y del otro se avanza en la entrega de nuestra soberanía. Es el intento de consolidar como modelo para nuestro país un futuro pagador de una deuda ilegítima, con el saqueo de nuestros bienes comunes y profundizando el patrón de desigualdades que organiza hoy a la sociedad argentina.
Es por esta razón que el crédito del FMI nunca debió encararse solo desde el punto de vista financiero. Este acuerdo debe ser cancelado por su impacto inflacionario y recesivo que es aún mayor en el marco de la sequía, pero también porque cancela nuestro futuro arrasando con nuestra soberanía.