Las religiones, como todas las manifestaciones sociales que realiza la humanidad, se convierten en instrumentos políticos. Esto sucede y se evidencia en el trabajo territorial que evangelistas hacen hoy en la provincia de Santa Fe administrada por el libertomacrista, Pullaro.
Tan criticable como el la utilización de los partidos políticos, las organizaciones sociales, las estructuras eclesiales y demás, el dispositivo de distribución y manejo de recursos estatales en manos de las iglesias evangelistas es nefasto pues el adoctrinamiento sigue siendo el objetivo real. Así quienes por una cuestión de supervivencia necesitan las ayudas sociales, deben subsumirse al imperio de las creencias acomodaticias, en este caso del evangelismo, dogmático, excluyente y persecutorio.
El periodista Facundo Borrego escribió respecto de esto en LETRA P: «El involucramiento de las iglesias y organizaciones evangélicas de Santa Fe como centros de distribución alimentario estatal creció durante el gobierno de Maximiliano Pullaro luego de trabajar durante años sin coordinación estable.
El evangelismo logró que el Estado provincial le dé mayor protagonismo en la contención social, aunque desde la congregación hacen equilibrio y le escapan al mote de “intermediarios”. El apoyo social del Estado encontró en la red evangélica un aliado que se suma a la ayuda social con aportes del Estado que monopolizan históricamente las organizaciones sociales, no gubernamentales e instituciones religiosas católicas.
Si bien los templos evangélicos tienen una larga tradición de ayuda alimentaria y social, así como en problemáticas de consumo problemático de sustancias y ayuda espiritual a presos, desde este año coordinan con el Estado provincial para canalizar asistencia alimentaria.
En el movimiento evangélico estiman que sólo en Rosario hay unos 700 templos de esa religión y que en unos 200 puntos, incluidas organizaciones evangélicas, realizan ayuda social. Maximiliano Pullaro y los evangélicos: El gobernador Pullaro tejió un fuerte lazo con la comunidad evangélica a través del pastor y diputado provincial de UNO, perteneciente a Unidos, Walter Ghione, en quien confió las áreas de lucha contra las adicciones. Vale aclarar que no toda la congregación evangélica responde a él.
“Los evangélicos trabajan bien, con o sin el Estado, así de simple”, reconoció un funcionario del gobierno. La ministra de Igualdad y Desarrollo Humano local, Victoria Tejeda, sostuvo a Letra P que ahora el evangelismo recibe más coordinación.
“Siempre tuvieron mucho trabajo en temas consumo, en niñez, en violencia de género, apoyo escolar, copas de leche y comedores. No es de ahora su vocación, pero estamos articulando mucho más y reciben acompañamiento. También con la Iglesia católica, quiero remarcarlo”.