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ALBERTO FERNÁNDEZ Y EVO MORALES ELIGIERON ENFRENTAR A CRISTINA

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El Presidente cumplió una agenda con tres actividades públicas y anuncios de gestión, lejos del acto de Cristina Kirchner.En absoluta indiferencia y sin ninguna importancia quedó la agenda de Alberto Fernández, mientras Cristina Kirchner hablaba en Pilar. Puesto que durante la semana, en la previa al acto del viernes último, que marcó la reaparición de la vicepresidenta tras el atentado.

En Casa Rosada se esforzaban por restarle trascendencia del acto de CFK y generar alguna actividad que Alberto Fernández, en paralelo logre instalar como impacto periodístico y que dio como resultado, la peor imagen de un grupo de retobados.

Lo cierto es que la vuelta de Cristina Kirchner, a un escenario luego de lo que fue el intento de magnicidio -el 1 de septiembre- encontró a un Alberto Fernández por demás demostrativo de una posición clara y desordenada de ubicar mínimamente una agenda pública.

En medio de la feroz interna en el Frente de Todos por: la insistencia de los albertistas, sobrevivir a la eliminación de las PASO con apoyo en una CGT socia de la patronal, opresora del país y junto a los declarados y confesos distribuidores de pobreza del movimiento Evita, a todos los condena el pasado , la pesada carga de haber perdido toda elección, con la gravedad de despilfarrar y ser responsables de la pobreza en Argentina.

El Presidente demostró, una vez más, que a la Argentina le sobran fundamentos para reproches en su contra, ya que No pudo ni ejercer su posición constitucional para reclamar o embestir las insólitas decisiones del partido judicial que los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, impulsaron en contra de CFK, con total libertad de delinquir, ordenaron liberar a los miembros de Revolución Federal, la agrupación, que supuestamente era investigada por el atentado contra Cristina.

El panorama de ayer viernes era devastador para Alberto y su séquito de aprendices de Duran Barba, armaron un acto de entrega de viviendas con el flamante ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Santiago Maggiotti.
Lo que pudo ser una actividad más de gestión tomó otro tinte si se tiene en cuenta que desde Presidencia, eligieron desembarcar en Esteban Echeverría, distrito conducido por Fernando Gray, quien desde 2020 mantiene un enfrentamiento con La Cámpora y fue el único alcalde que se animó a desafiar a Máximo Kirchner en la puja por el PJ bonaerense.

La peor idea: armar una agenda paralela

Con la agenda que programó para la tarde, el mandatario tendría escaso margen para seguir minuto a minuto el discurso de Cristina.

Luego, pasadas las 15, junto a los ministros Jaime Perczyk (Educación) y Kelly Olmos (Trabajo) recibió en su despacho a gremios docentes y de Luz y Fuerza, en una reunión en la que se acordó la actualización trimestral para los jubilados de esas áreas.

Fue antes de que Cristina saliera a escena en Pilar y previo a su partida a Santa Fe, a donde viajó para mostrarse con el devaluado ex presidente de Bolivia, Evo Morales, en la Feria del Libro Nacional y Popular, y encabezar la disertación «La región de las venas abiertas”, con motivo de los 17 años del «No al Alca», Unificación que fuera creada por Néstor Kirchner y otros mandatarios latinoamericanos.

Fernández esperó hasta las 17.15, es decir cuando Cristina ya se había subido al escenario, para emprender vuelo rumbo a Santa Fe. Todo un síntoma de desesperación en total marginación.

Tras meses de escasa agenda pública, esta incipiente hiperactividad de Fernández no es circunstancial. Desde que se decidió a enfrentar al Kirchnerismo, que lo puso en el lugar que ocupa, con la expectativa de competir por la reelección en 2023, y a pesar de las fugas de buena parte de sus ministros de mayor confianza, el Presidente levantó con vos quebradiza dijo que  «Está decidido a competir, no va a ceder«, repiten en su entorno. La vice, en tanto, ya hizo saber públicamente que no lo volverá a apoyar.

Por lo pronto, en el Gobierno creen que Fernández tiene una oportunidad a partir de su construcción política en el plano internacional. A la gira por París, que incluirá un encuentro con su par francés Emmanuel Macron, y el G20 en Indonesia, Fernández le sumó un nuevo viaje: aceptó la invitación a México que este jueves a la noche, al cabo de una charla de cuarenta minutos, le realizó Andrés Manuel López Obrador. El Presidente se anotó una visita al DF para el 24 de noviembre. ¿El objetivo? Con el triunfo de Lula da Silva en Brasil, avanzar en lo que en Casa Rosada denominan un «eje integrador cultural y económico».

Obviamente con la cabeza totalmente en negro, en virtud que conoce la realidad de que Lula lo reconoce como hombre puesto por Cristina y no como ganador de elecciones y con la sombra de Sergio Massa que hoy se perfila más cerca del Kirchnerismo con su plan económico estratégico.

Sumar a Evo Morales a este juego de perdedores en contra de Cristina, no es el camino y mucho menos con el movimiento Evita de socio en la desgracia

El presidente trato hasta último momento de lograr una estrategia, solo una que lo ubique en competencia real pero los hechos demuestran que aunque las paso no se suspendan, no cuenta con el apoyo del pueblo argentino, que cada vez que habla la vicepresidenta se emociona con una Cristina Kirchner 2023.


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