La política campaña del odio, impulsada por una parte de la oposición, se ha agudizado en las últimas semanas y ha tomado un carácter que roza con lo destituyente.
Otra parte de Juntos por el Cambio esgrime un discurso más moderado, aunque desarrolla sus acciones en consonancia con los sectores recalcitrantes.
Por su parte, el presidente Alberto Fernández enfrenta el problema sanitario generado por la pandemia y ha comenzado a poner en práctica una serie de medidas para superar la crisis económico social. El interrogante es cómo percibe las diferentes posturas la ciudadanía.
Para hablar de este tema nos comunicamos con Hilario Moreno, licenciado en Ciencia Política y director de la Consultora Dicen.
El politólogo observa un cambio respecto al inicio del aislamiento social obligatorio. En ese momento, Alberto Fernández tenía el apoyo de más del 80% de la población y el discurso anticuarentena era mínimo.
Moreno explica que desde entonces hubo un desgaste y, hoy, el escenario es polarizado como antes de la cuarentena, con la diferencia que Macri tiene muy mala imagen, a diferencia de Larreta que la ha mejorado.
El entrevistado señala que la unidad del macrismo es más fuerte que las diferencias internas: “Los cohesiona el antiperonismo, una fuerza negativa que une a todo Juntos por el Cambio.”
Recuerda que esto dejó de ser así cuando comenzaba el gobierno de Alberto, pero en la actualidad lo ven asociado a Cristina, y el odio hacia ella es el valor más grande en ese sector, por encima de las diferencias que puedan tener. “Alrededor de la mitad de Juntos por el Cambio no tiene buena opinión de Mauricio Macri pero buscan otro líder como Horacio Rodríguez Larreta. Lo que los ordena es la oposición al kirchnerismo y al peronismo”. http://radio.unaj.edu.ar/hilario-moreno-hoy-el-escenario-politico-esta-polarizado-como-antes-de-la-cuarentena/
Moreno se refiere al tercio de la población que, en el pasado, no adhería ni al macrismo ni al kirchnerismo: “Ese porcentaje se achicó mucho. En general, hoy, están a favor o en contra del gobierno, porque se quedaron sin referentes. Sergio Massa, algunos gobernadores como Juan Schiaretti o dirigentes como Margarita Stolbizer intentaron mantener ese espacio del medio durante el macrismo, sin embargo, ahora eso no aparece. No hay ningún líder que no sea peronista o macrista. Lo que hay son sectores moderados dentro de esos dos espacios.”
El consultor reflexiona acerca de lo que puede suceder en 2021 “Si la economía mejora, a Alberto le puede ir bastante bien, porque los sectores blandos que hoy se oponen a él, que lo apoyaron en dos oportunidades, lo pueden volver a respaldar. Si no mejora, las elecciones del año que viene podrían ser difíciles para el Presidente: sacar menos votos que en el 2019, incluso ganar, pero con debilidad.”
“Por su parte, Juntos por el Cambio no tiene un dilema sino 24, uno por provincia. La pregunta es quién va a ser candidato y si esa figura logra unificar al antikirchnerismo. Tiendo a pensar que donde esté claro quién es el candidato alternativo al peronismo va a concentrar al voto gorila, pero eso no va a suceder en todos los lugares. Por ejemplo, en la Provincia de Buenos Aires. La oposición siempre tiene más dificultades para cohesionarse que el oficialismo”, estima.
En cuanto a los rasgos de personalidad de los políticos, Moreno evalúa que en este momento no tienen gran importancia: “Esos rasgos son relevantes en momentos en que la política discute menos cosas. Cuando las cosas están más o menos claras no creo que esas características sean constitutivas de la posición política del electorado. Las legislativas son un plebiscito respecto al Gobierno Nacional. La oposición va a estar más unificada o más dispersa según cuan claro sea quién es el líder de la oposición en cada distrito Por eso es probable que los opositores tengan importantes variaciones de una provincia a otra, a diferencia del oficialismo”.
Con respecto a las deficiencias en la comunicación gubernamental, Hilario Moreno analiza: “Hay una altísima dominación de la agenda opositora. A mi manera de ver, el oficialismo no armó una agenda fuerte que logre imponerse desde que está en el gobierno. Al contrario, está a la cola de la agenda armada por Clarín. Me parece que ahí hay un déficit enorme. Creo que hay una diferencia grande entre las habilidades de la gran corporación opositora entre partidos, medios, poderes económicos, embajadas por un lado y, del otro, la comunicación gubernamental y los medios cercanos, que son menos coordinados y potentes, más confusos”, destaca.