Allí, sectores del poder real, se han reunido para manifestar su impunidad ante toda ley y todo anhelo de justicia.
Allí, en un espacio inaccesible para los ciudadanos, a pesar de tratarse de territorio nacional, parece gestarse parte de nuestro presente y futuro; y todo ello sin ser consultados.
Allí, un grupo de compatriotas, que han intentado acceder por espacios que el poder judicial ha reconocido como público, se han visto violentados e impedidos de acceder. No solamente personal al servicio del apropiador de territorios públicos, sino también la misma policía de la provincia, impidieron ilegítimamente el acceso a un lago que, como es sabido, es propiedad pública, sino que, además reprimió con violencia a los ciudadanos que pretendían acceder a lo que les es propio. Dirigentes sociales, políticos, sindicales y religiosos (como un compañero de nuestro grupo de curas) fueron impedidos y a su vez también golpeados, sus pertenencias destruidas e incluso agredidos violentamente.
Lamentablemente, en nuestro tiempo, ante la inacción de poderes de la república, tanto judiciales, como legislativos o ejecutivos, no esperamos ni justicia ni republicanismo, pero no podemos callar. ¡No lo queremos! Por tanto, repudiamos la violencia de los apropiadores, ingleses o cipayos, que impiden el libre acceso de la ciudadanía a un territorio que nos pertenece; repudiamos la inacción del gobierno de la provincia de Rio Negro y su complicidad con los poderes fácticos contra todo lo que debiera ser en beneficio de los ciudadanos y habitantes de la provincia y de la patria; repudiamos, finalmente, la apropiación ilegal, pero sumisamente aceptada por los cómplices del imperio, y nos solidarizamos con todos los compañeros y compañeras que en su 7ª marcha al Lago Escondido repiten, una vez más, que “las Malvinas son Argentinas; Lago Escondido ¡también!”
Grupo de curas en Opción por los pobres
3 de febrero 2023